viernes, 13 de junio de 2014

Cuánta tierra necesita un hombre



En las noticias escuchamos a alguien decir que había trabajado durante todo el verano para comprarse un celular, y este se lo habían robado, por lo que la mujer vivía una pequeña tragedia. Inmediatamente surgió el comentario entre nosotros de lo terrible que debe ser vivir atrapado en lo material, en el adquirir, en la espiral infinita del necesitar. Nuestra familia suspira entre el mordisco de un pan y los sorbos del té un poco tibio. Vivimos bien, económicamente apretados, pero al final del día poco importa porque tenemos los bolsillos repletos de ideas, ilusiones y sueños que se hacen realidad, en este momento Antukuri termina sus marcadores de paginas que en cuanto los pone en venta desaparecen como si ya estuvieran predestinados a tal o cual persona; Chorlito desaparece en uno de sus universos paralelos después de jugar un rato conmigo a las carreras (subiendo y bajando las escaleras del edificio); y yo imprimo “hay un niño en la calle” mientras ya comienzo a pensar el próximo cuento para un próximo libro y una próxima ilustración y una próxima… en fin, nos más preocupamos de lo que podemos hacer que de lo que podemos necesitar.

Este cómic lo pueden encontrar en la biblioteca de Santiago

jueves, 12 de junio de 2014

Yo cuido mi mascota

Los niños piden mascotas y en esta decisión debemos apoyarlos, en el aprendizaje de sus cuidados, por esto realizo un manual, el cual ha sido revisado por veterinarios concluyendo en los puntos claves en la crianza del can.



Siete días

Es la historia de dos parejas y como se relacionan durante siete días influenciadas por los planetas y sus regentes romanos, por ejemplo el miércoles es Mercurio el dios del viaje, así es que el hombre recorre el cuerpo de la mujer.

Nada que decir

En estas páginas muestro aquella violencia soterrada que muestra los más bajos instintos de la sociedad.



martes, 10 de junio de 2014

Nocturne


Se nos escapa la imaginación adultizando todo cuanto se nos cruza por delante de nuestros ojos. Todo, absulatamente todo merece una explicación científica y acabada. ¿Pero es necesario que esto sea así?, tan castradores de nosotros mismos, tan pero tan adultos que no permitimos que nuestros recuerdos de niñez salten y corran en conjunto con lo que nosotros desearíamos hacer. Yo corro, salto e imagino, miro a mi niño de frente y no con un espejo, lo miro a los ojos en mi hijo, en mi mujer, lo mantengo vivo cuando juego con niños que no conozco, en la calle en mi puesto de las ferias, tengo tanta magia en mí, que puedo volar con ellos o ser invisible, porque yo no intento ser un niño, lo soy cuando quiero serlo.