martes, 10 de junio de 2014

Nocturne


Se nos escapa la imaginación adultizando todo cuanto se nos cruza por delante de nuestros ojos. Todo, absulatamente todo merece una explicación científica y acabada. ¿Pero es necesario que esto sea así?, tan castradores de nosotros mismos, tan pero tan adultos que no permitimos que nuestros recuerdos de niñez salten y corran en conjunto con lo que nosotros desearíamos hacer. Yo corro, salto e imagino, miro a mi niño de frente y no con un espejo, lo miro a los ojos en mi hijo, en mi mujer, lo mantengo vivo cuando juego con niños que no conozco, en la calle en mi puesto de las ferias, tengo tanta magia en mí, que puedo volar con ellos o ser invisible, porque yo no intento ser un niño, lo soy cuando quiero serlo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario