A cada segundo recibimos múltiples estímulos que nos bombardean de todas partes, depende de cada uno de nosotros el tomarlos y adaptarlos a lo que nos interesa. De este modo comienza la concepción de mi trabajo, por ejemplo, durante el verano del 2012 llego a mis oídos el disco cantora de Mercedes Sosa, donde pude escuchar la canción que realiza junto a Residente de Calle 13 llamada “hay un niño en la calle”. Luego de pasarla por mis audífonos muchas veces se vino a mi cabeza la idea de hacer cuentos cortos que contaran esta cruda realidad. Lo primero es visualizar el hecho, por ejemplo, la historia de una pequeña a la cual expulsan de su casa por quedar embarazada, más tarde viene la redacción y cómo decir lo mismo en pocas palabras con gran impacto, más tarde corregir y corregir el texto hasta quedar conforme con el resultado. Cuando este proceso termina veo a la niña en mi cabeza y tan solo tengo que poner el lápiz grafito en el papel en blanco para que las líneas salgan solas en un torrente ansioso. Así realicé este trabajo 10 veces hasta ver finalizado todo lo que quería contar. La portada es algo más sencillo porque ya estas embebido del tema y solo debes imaginar cómo hacer que llame la atención para que el público no quede indiferente con tu trabajo.
Ahora debo escanear todas las ilustraciones y juntarlas en un programa computacional llamado Indesign el cual me sirve para armar el libro y dar un orden al trabajo, terminado esto viene el proceso de impresión, costura del libro y adosar la portada. Al finalizar solo queda cortar los excedentes y bordes para que quede un trabajo pulcro y profesional. Se embolsa para que no se dañe y estaría listo para la venta.
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